El castillo de Edzell, situado en la localidad de Edzell (concejo de Angus), en el este de Escocia, se podría definir como una antigua torre medieval en ruinas rodeada por un exquisito patio del siglo XVI.
El castillo está rodeado por un hermoso jardín renacentista amurallado, construido por Sir David Lindsay (Lord Edzell) en el año 1604, el cual refleja sus intereses académicos… ¡y una buena dosis de orgullo familiar!
Historia del castillo
Ya en la época medieval existió una fortaleza de madera en este mismo lugar conocida como Castillo de Stirling (no se debe confundirse con el «otro» castillo de Stirling situado más al sur). En 1358, la familia Lindsay se unió a la familia Stirling mediante una boda, y Edzell se convirtió en una posesión de Lindsay.
Vista aérea del actual Castillo de Edzell.
David Lindsay, el 1º conde de Crawford, derribó la fortaleza de madera y erigió un nuevo castillo de piedra. A lo largo de los siglos siguientes, la familia Lindsay transformó el castillo de Edzell en una cómoda residencia fortificada adecuada para una de las principales familias de Escocia.
Jardines del castillo
María Estuardo, reina de los escoceses, se quedó en el castillo de Edzell en 1.562 durante su campaña contra el conde de Huntly. Unos años más tarde, en 1604, Sir David Lindsay decidió transformar el castillo en un hogar familiar que reflejase su interés en la erudición clásica. Creó un jardín amurallado, donde las paredes eran una parte esencial del diseño.
Cuando piensas en un jardín, es probable que primero pienses en el césped, flores, árboles, caminos, jardineras… Pero el jardín de Edzell no se parece a ningún jardín histórico.
Las paredes de piedra están decoradas con paneles bellamente tallados, aunque desgastados, que representan las virtudes cardinales, los siete pecados mortales, artes liberales y deidades planetarias. Las flores, no son simplemente flores decorativas; el arreglo floral fue diseñado para representar dispositivos heráldicos asociados con la familia Lindsay. Dentro de las murallas del jardín también hay setos recortados, cuidadosamente dispuestos para recrear el cardo escocés y el símbolo francés de la flor de lis.
Un grupo de setos y flores deletrean dos lemas utilizados por la familia Lindsay, «Dom spiro spero» (mientras yo respiro, espero), y «Endure Forte» (aguanta con fuerza). Los diseños florales fueron creados junto a estatuas y esculturas cuidadosamente colocadas para crear un ambiente que estimule los sentidos a través de la vista, el sentido y el intelecto. Los jardines del castillo de Edzell son tanto un campo de placer como un ejercicio intelectual, así como una declaración de orgullo familiar.
Desafortunadamente, el castillo de Edzell sufrió la participación de la familia Lindsay en la política escocesa y sus generaciones posteriores mostraron una preocupante propensión a elegir al bando perdedor en una lucha. En la década de 1650, los soldados de Oliver Cromwell guarnecían el castillo, y en los últimos años del siglo, el entonces Lord Edzell celebró los servicios de «alta iglesia» en el interior de la fortaleza, a pesar de la vigorosa política presbiteriana de la época. Sin embargo, lo peor estaba por venir. Mucho peor.
Años de resistencia a las tendencias políticas dejaron las finanzas familiares de la familia Lindsay en un estado lamentable. En 1.715, el Lord Edzell se vio obligado a vender el castillo al conde de Panmure. A pesar de la venta, sus bolsillos pronto volvieron a estar vacíos y vivió sus días trabajando en los establos de una posada cercana.
Al nuevo propietario de Edzell no le fue mucho mejor. Aunque protestante, se oponía a la nueva dinastía de Hannover y luchó contra los ingleses en Sheriffmuir. Cuando triunfaron los simpatizantes de Hannover, el que era propietario del castillo se exilió en Francia, rechazando todos los esfuerzos para alcanzar un compromiso que le permitiera regresar a casa. Así, el gobierno vendió el castillo de Edzell a la Compañía de Construcción de York, quien hizo negocio al comprar propiedades decomisadas a precios de ganga.
En 1.745, el castillo fue guarnecido brevemente por tropas del gobierno durante el segundo levantamiento jacobita y sufrió severos daños. El castillo no tardó mucho en perder cualquier objeto de valor, quedando una estructura sin, prácticamente, nada en su interior.
Por suerte, en los últimos años los jardines se han restaurado a su antiguo esplendor y son todo una delicia para los sentidos una vez más. La torre de la casa está vacía y es ruinosa, aunque todavía se pueden subir las escaleras a los pisos superiores y mirar hacia abajo para contemplar los jardines que construyó Sir David Lindsay.
El castillo de Edzell en sí es fascinante, siendo sus jardines el punto fuerte. No importa dónde se mire, por todos lados hay fabulosas tallas, intrincados lechos de jardín y un simbolismo intrigante.
Castillo de Edzell en el mapa
Castillo de Edzell desde el aire