Situadas en una pequeña península en el noroeste del lago Awe, en el concejo de Argyll y Bute, en Escocia, las ruinas del Castillo de Kilchurn son el resultado de 250 años de olvido. El castillo, construido originalmente como una residencia, todavía conserva parcialmente la estructura de su extremo oriental. El Castillo de Kilchurn a lo largo de su historia ha sido ampliado y reconstruido en varias ocasiones.
En el año 1420 Sir Colin Campbell de Glenorchy ordenó la construcción del castillo residencial con cinco plantas. El primer nivel fue dedicado a la recepción, el segundo piso se utilizó como una planta de seguridad y los tres siguientes niveles fueron utilizados como vivienda. La gran torre residencial fue rodeada por una muralla de la cual solo la parte sur se conserva a día de hoy.
A principios del siglo XVI se añadió un comedor a lo largo de la pared sur del castillo. Durante la segunda mitad del siglo se continuó mejorando el Castillo de Kilchurn, añadiendo nuevas cámaras al norte de la torre residencial, así como cuatro torres en las esquinas de la muralla. En el siglo siguiente se añadió un segundo piso al comedor y la propia sala baja se amplió.
La historia del Castillo de Kilchurn, a diferencia de la mayoría de los castillos de Escocia, transcurrió bastante tranquila, a excepción de un pequeño asedio en 1685, cuando el castillo fue atacado por el conde de Argyll después de que los propietarios de Kilchurn hubiesen hablado en contra del gobierno.
Interior del Castillo de Kilchurn.
Poco antes, el entonces propietario John Campbell de Glenorchy, Duque de Breadalbane, volvió a ampliar el castillo convirtiéndole en un moderno cuartel con una capacidad de hasta 200 personas. Tal vez estas oportunas acciones permitieron al castillo sobrevivir al posterior asedio.
Los últimos trabajos de construcción en el Castillo de Kilchurn se llevaron a cabo en el año 1693, cuando a lo largo de la pared norte se construyeron más cuarteles y se levantaron tres nuevas torres, dos de las cuales perduran hasta nuestros días.
Durante las las rebeliones jacobitas de 1.715 y 1.745 el Castillo de Kilchurn fue ocupado por una guarnición armada. Pocos años después de la segunda rebelión, en 1.760, sus propietarios abandonaron la fortaleza y se trasladaron al Castillo de Taymouth. En 1.769 el castillo fue severamente dañado por un rayo, quedando en ruinas, y pronto fue abandonada por completo.
Hoy en día el Castillo de Kilchurn es propiedad de una asociación llamada «Escocia histórica» y en los meses de verano se abre al público para que pueda ser explorado.
Castillo de Kilchurn en el mapa
Castillo de Kilchurn desde el aire